Tarea #2 - Filosofía: Santo Tomás de Aquino
Unidad Educativa
Particular Borja
Título
Cuestionario: Filosofía de
Santo Tomás de Aquino
Nombre
Tomás Palacios
Materia
Filosofía
Docente
Lcdo. Pablo Andrade
Curso
Primero de Bachillerato “B”
2019-2020
Santo Tomás de Aquino: las cinco vías para explicar a Dios
Santo Tomás de Aquino (1224-1274) fue un dominico
italiano y filósofo, muy reconocido por haber tratado de establecer una armonía
entre la “fe” y la “razón”, puesto que, según él, ambas derivan de la misma
fuente y llevan al mismo fin: Dios, plenitud de la verdad.
En su obra, la “Suma Teológica”, Santo Tomás formuló
cinco vías para tratar de explicar racionalmente la existencia de Dios:
1 Movimiento: Del movimiento al primer motor inmóvil. Santo Tomás, al igual que Aristóteles, reconoció la realidad
de movimiento a la que estamos sometidos, por lo que hay seres en este mundo
que tienen la capacidad de moverse, y estableció que todo lo que se mueve es
movido por otro, sin embargo, no puede darse una cadena infinita de causas, ya
que esto significaría que no existe ningún principio de causalidad, por lo que
es necesaria la presencia de un primer motor que sea capaz de mover sin ser
movido. Este motor es Dios.
Para nosotros, esta vía representa el hecho de que nosotros necesitamos de un ser supremo que sea principio de vida y movimiento, ya que así como nosotros somos causamos que los seres inertes adquieran movimiento, también precisamos de alguien que cause nuestro movimiento, que nos impulse a realizar nuestras acciones cada día.
Para nosotros, esta vía representa el hecho de que nosotros necesitamos de un ser supremo que sea principio de vida y movimiento, ya que así como nosotros somos causamos que los seres inertes adquieran movimiento, también precisamos de alguien que cause nuestro movimiento, que nos impulse a realizar nuestras acciones cada día.
2 Eficiencia: De las causas a la causa incausada. Nos consta la existencia de causas que no pueden ser
causa de sí mismas, ya que tendrían que haber existido antes de existir
propiamente, siendo esto imposible. Además, tampoco se puede afirmar una serie
infinita de causas eficientes, por lo que se precisa de una causa incausada o
causa de sí misma. Esta causa es Dios.
Para nosotros, esta vía atiende al principio de causalidad, todo evento necesita una causa, es decir, algo que lo provoque, pero una cadena infinita de causas no puede darse, por lo que se necesita de aquel ser que sea su propia causa, y que sea la fuente de toda acción que realizamos en este mundo.
Para nosotros, esta vía atiende al principio de causalidad, todo evento necesita una causa, es decir, algo que lo provoque, pero una cadena infinita de causas no puede darse, por lo que se necesita de aquel ser que sea su propia causa, y que sea la fuente de toda acción que realizamos en este mundo.
3 Contingencia: De los seres contingentes al ser necesario. Hay
seres contingentes, es decir que comienzan a existir y perecen, por lo que no
son necesarios. Si todos los seres fueran contingentes, no existiría ninguno de
ellos, sin embargo, su existencia es clara, por lo que necesitan su causa en un
ser necesario. Además, no se puede dar una cadena causal infinita de seres
contingentes. Este ser necesario es Dios.
Al analizar esta vía, entendemos que los seres que habitan en este mundo comienzan a existir en un punto y dejan de existir en otro, y estos seres pueden dar origen a nuevos seres, sin embargo es clara la necesidad de un ser supremo que sea fuente y principio de vida para nosotros, que nos haya creado en un punto para continuar nuestra evolución.
Al analizar esta vía, entendemos que los seres que habitan en este mundo comienzan a existir en un punto y dejan de existir en otro, y estos seres pueden dar origen a nuevos seres, sin embargo es clara la necesidad de un ser supremo que sea fuente y principio de vida para nosotros, que nos haya creado en un punto para continuar nuestra evolución.
4 Grados de
perfección: De los grados de
perfección al ser infinitamente perfecto. En
los seres de este mundo existen muchos grados de perfección, y hay seres más
perfectos que otros. Esto implica la existencia de un modelo sobre el cual
establecemos una comparación, es decir, un ser óptimo, máximamente verdadero y
supremo, cuya perfección sea superior a la de los demás seres. Este ser
perfecto es Dios.
Nosotros concluimos en que en el mundo hay muchos seres, algunos más perfectos que otros, por ejemplo, una planta será más perfecta que una roca, pero no más que un animal o un hombre, sin embargo, para determinar esos grados de perfección, se necesita de un ser con una perfección mayor a la de cualquier otro para que sea comparado.
Nosotros concluimos en que en el mundo hay muchos seres, algunos más perfectos que otros, por ejemplo, una planta será más perfecta que una roca, pero no más que un animal o un hombre, sin embargo, para determinar esos grados de perfección, se necesita de un ser con una perfección mayor a la de cualquier otro para que sea comparado.
5 Finalidad: Del orden del mundo al supremo ordenador. Nosotros
constatamos de orden y proporción en nuestro mundo. Existen seres inorgánicos
que tienen un fin, pero al no poseer conocimiento ni inteligencia, necesitan de
seres inteligentes que los guíen a aquel fin. Y luego, se necesita de un ser
sumamente inteligente, un supremo ordenador, que sea capaz de ordenar todas las
cosas naturales para guiarlas a su fin. Ese ser inteligente es Dios.
Nosotros interpretamos esta vía, como una forma de explicar que la finalidad de todo ser humano es volver a Dios luego de que su cuerpo perezca, sin embargo, para llegar a ese fin se necesita de alguien que pueda ordenarnos y guiarnos para alcanzarlo.
Nosotros interpretamos esta vía, como una forma de explicar que la finalidad de todo ser humano es volver a Dios luego de que su cuerpo perezca, sin embargo, para llegar a ese fin se necesita de alguien que pueda ordenarnos y guiarnos para alcanzarlo.
Vía escogida
Para nuestra familia, la vía más eficaz para demostrar
la existencia de Dios es la quinta vía, la finalidad, puesto que, todos los seres
humanos poseemos inteligencia y conocemos nuestro fin y propósito en el mundo, el cual para muchos es
llevar una vida alegre, realizando buenas acciones y poniendo en práctica los mejores valores y las buenas maneras, estando siempre dispuesto en ser más para servir mejor, y estando siempre dispuesto a colaborar con el prójimo con actos que permitan vivir en
armonía y alcanzar una eudaimonía, es decir, una felicidad, para que una vez nuestro cuerpo perezca,
nuestra alma vuelva nuevamente a Dios, su creador.
Dios es quien trata de guiar nuestras acciones por el
buen camino para que seamos capaces de llegar a aquella finalidad, la cual es
alcanzar los máximos valores éticos humanos, para llegar volver a Dios una vez
termine nuestra estadía en el mundo. Aquellos valores tienen que ser puestos en
práctica para lograr un bien común, como en nuestro caso actualmente, que
necesitamos la colaboración de todo el mundo para vencer a la pandemia que nos
azota, ya que pensar en el prójimo es de los valores más importantes que podemos aplicar, y simplemente con quedarnos en casa y acatar las disposiciones tanto del sector de salud como del gobierno, estamos ayudando a todas las personas de nuestro entorno, y eso es demostrar amor por el prójimo.
Bibliografía:
·
Ministerio de
Educación. (2016). Filosofía Primero de Bachillerato. Editorial Don
Bosco. Quito, Ecuador.
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